El buen tiempo favorece que muchos eventos puedan realizarse al aire libre, sin importar cuál sea el tipo de celebración. Sin embargo, a la hora de seleccionar el mejor menú, debemos considerar diferentes aspectos en relación a las altas temperaturas de esta época del año.
A continuación, te daremos algunos consejos para organizar un catering en verano:
Bebidas ligeras y refrescantes
Con la llegada del verano, es importante que no falten las bebidas de todo tipo para mantener una correcta hidratación de los asistentes. Por eso, es interesante establecer un espacio exclusivo para ofrecer una gran variedad de bebidas frescas. En este sentido, conviene presentar refrescos y bebidas con alcohol, cervezas, cócteles, vinos, etcétera; aunque sin dejar a un lado los zumos naturales o las infusiones frías a las que se les puede añadir trozos de fruta.
Ensaladas frescas como entrante
A partir de una base de arroz o pasta pueden elaborarse una gran variedad de ensaladas consistentes y apetecibles al mismo tiempo. Mezclando estos hidratos con otros ingredientes como el tomate, la lechuga, el huevo duro o el queso, pueden conseguirse platos completos, ricos y muy vistosos. Si además contamos con un catering de la altura de Vilaplana Catering, los chefs podrán ofrecerte alternativas más exclusivas, con ingredientes especiales que darán la vuelta a tu ensalada de pasta.
Por ejemplo, en caso de que deseemos presentar estas ensaladas solo como entrantes, resulta perfecto combinar distintos tipos de lechugas o mezclarlas con otras verduras de hoja como las espinacas y acompañarlas con todo tipo de frutas.
La presentación de las comidas en forma de buffet nos permite ampliar aún más las posibilidades.
Ofrece cremas frías
Sin duda, las cremas y sopas frías son uno de los platos estrella de los meses más calurosos. Un gazpacho, por ejemplo, es una excelente alternativa a los caldos o sopas calientes que suelen servirse en invierno. Se trata de un plato basado en un producto de temporada como es el tomate, que destaca por su ligereza y frescura, ya que tradicionalmente se sirve frío.
Por otro lado, en los últimos años han ganado popularidad los gazpachos y salmorejos con ingredientes menos tradicionales como la sandía o la fresa.
Además, se pueden presentar en otro tipo de platos y texturas como el hummus de garbanzos o berenjenas, que resultan ser frescos y mucho más suave al paladar.
Selecciona un plato fuerte que sea ligero
En un catering en verano debemos huir de platos consistentes como los cocidos, guisos, las carnes rojas y otros potajes. El pescado y los mariscos pueden ser excelentes aliados, aunque debemos asegurarnos de que no existe riesgo de que se puedan poner en mal estado, por lo que hay que poner especial hincapié en mantener la cadena del frío.
Frutas y helados: el postre ideal
Las frutas de temporada como el melocotón, melón, mango, sandía o piña pueden estar presente en cualquier tipo de plato. Sin embargo, son una opción imprescindible para el postre. Si además, los combinamos con algún tipo de helado que acentúe sus sabores, tendremos asegurado el éxito. Cabe destacar que, si se trata de una fruta ácida, un helado dulce podrá contrastar este sabor de manera excepcional.
Seleccionar un espacio que esté acondicionado correctamente
Para hacer un catering en verano, debemos asegurarnos de que el lugar seleccionado cumple con las condiciones logísticas necesarias para la celebración del evento. En otras palabras, que cuenta con zonas de refrigeración y debidamente acondicionadas para evitar que la comida se estropee.
En definitiva el verano es una temporada perfecta para la celebración de una gran variedad de eventos, aunque hay que tener en cuenta algunas medidas de seguridad extra y adaptar los menús a la estación. Siguiendo nuestros consejos, estamos seguros de que podrás organizar un gran evento.